El avance imparable del COVID-19 (coronavirus) por todo el mundo deja una cifra que supera el millar de afectados. El aumento de esta cifra de contagiados en España ha forzado la necesidad en grandes empresas de plantear la implementación de teletrabajo.
Según Eurostat, en España, la cifra de empleados que trabajan desde casa es de un 4,3%, frente al 5,2% de la media europea.
En las ultimas semanas, los departamentos técnicos de las empresas españolas han comenzado a apuntalar las soluciones de conexión remota.
La falta de cultura de teletrabajo está provocando un pequeño terremoto digital. Sobre todo en las empresas pequeñas que no tienen capacidad suficiente como para implementar sistemas de acceso remoto a recursos internos.
Uno de los puntos más calientes es la brecha de seguridad. El lanzamiento del teletrabajo pone a prueba la fiabilidad de redes virtuales privadas (VPN) y, sobre todo, licencias de programas informáticos para teletrabajo.
Las empresas quedan más expuestas cuando el trabajador se conecta desde fuera de la oficina, ya sea desde el domicilio propio o incluso desde una cafetería. En primer lugar porque como norma general se conecta desde su propio equipo, que posiblemente no cuente con las medidas de seguridad exigidas por la organización, y sobre todo, porque no lo hará a través de una conexión completamente segura, como una VPN.
No hay que olvidar, que los equipos deben estar bien actualizados, con los parches de seguridad aplicados, y con soluciones de antimalware instaladas y bien actualizadas, y con sistemas de conexión segura remota desde fuera de la red.
Una solución que ya usan muchas empresas para cubrir esta necesidad de teletrabajo es la implementación del software de escritorio remoto TeamViewer.
Este software tuneliza las conexiones entre el equipo que usa el empleado en casa con el que usa habitualmente en el trabajo. La licencia de uso es bastante económica y su instalación no lleva más de unos minutos.
De esta forma la empresa mantiene el nivel de seguridad de sus sistemas gracias a la conexión VPN que se genera desde el terminal remoto al equipo ubicado en la oficina.
También es necesario formar a los empleados, acerca de cuales son las buenas practicas que hay que tener en cuenta antes de conectarse al equipo remoto. No utilizar contraseñas débiles, conectarse a redes inseguras o dejar el equipo sin bloquear cuando no se está usando son algunas de ellas.